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El juego comienza con Laura Parton quedándose dormida en un viaje en avión a un lugar no revelado. Tras ser despertada por un tono en el sistema de megafonía del avión y una conversación amistosa con un compañero de viaje llamado David, un grupo de terroristas, que parecen estar guiados por una especie de misterioso cultista que canta para sí mismo, toma repentina y violentamente el control del avión. David, que resulta ser un agente especial del FBI, intenta detener a los terroristas, pero se ve frustrado cuando un meteorito golpea el avión, haciéndolo caer en la naturaleza canadiense. Tras una serie de pesadillas, Laura despierta en una pequeña cabaña donde la cuida Kimberly Fox, una poeta y compositora que también sobrevivió al accidente. Le explica que han pasado diez días desde el accidente, aunque Kimberly sólo la encontró a cierta distancia del lugar del accidente dos días antes, dejando un extraño vacío de ocho días en el que fue misteriosamente atendida. El momento de paz se rompe cuando otro superviviente, uno de los secuestradores, entra tambaleándose en la cabina antes de transformarse repentinamente en un horrible monstruo con aspecto de planta. Aquí, Laura y Kimberly se encuentran con Parker Jackson, un investigador del CETI y compañero superviviente del accidente que expulsa al monstruo, sólo para ser expulsado él mismo por una desconfiada Kimberly.

Laura se adentra entonces en la naturaleza para investigar la posibilidad de contactar con el mundo exterior y buscar a otros supervivientes, pero descubre que hay más criaturas extrañas y horribles acechando en la zona, ya que algo está provocando que los supervivientes del accidente muten en los mismos monstruos que ella debe evitar y combatir mientras viaja por la región. Se ve abocada a profundizar en el misterio cuando debe aventurarse en una instalación minera abandonada para localizar a Jannie, una niña perdida que Kimberly había encontrado junto a Laura y uno de los antiguos pasajeros del avión.