Prince of Persia: The Forgotten Sands

El argumento de la versión de DS se centra en el personaje del Príncipe que es secuestrado por una secta. Este culto lleva al Príncipe a un antiguo templo de la India y utiliza su espada, que alberga a la reina Djinn Razia, para obtener de él un sacrificio de sangre. Utilizando la sangre real del Príncipe y los poderes de Razia en la arena, el culto libera una fuerza maligna encerrada en el templo, borrando la memoria del Príncipe y robando los poderes de Razia en el proceso. El templo se derrumba al liberar el mal, y el Príncipe cae en un pozo. En el fondo, el espíritu de Razia conduce al Príncipe hasta su arma, y le dice que la ceremonia para la que fue secuestrado es la razón por la que no recuerda nada. Además, le informa de que es un príncipe y de que Razia y él son amigos desde hace mucho tiempo, cosa que el Príncipe cree. Decide seguir sus instrucciones con cautela, ya que él mismo no recuerda nada. Escapan del fondo del templo derrumbado y Razia le dice al Príncipe que su búsqueda debe ser la de cazar y matar a los tres miembros de la secta que los secuestraron.

Los tres cultistas robaron los recuerdos del Príncipe y los poderes de la Arena de Razia durante la ceremonia y, por tanto, mutaron en gigantescos monstruos de la Arena. Razia dice que matarlos devolverá al Príncipe sus recuerdos y a Razia sus poderes. El Príncipe y Razia parten entonces a través de la India para dar caza y matar a los tres miembros de la secta, lo que consiguen. Con todos sus poderes y recuerdos restaurados, ahora se disponen a perseguir y matar al líder resucitado de la secta, que está conquistando lentamente el mundo, empezando por la conquista de Babilonia. Logran matarlo, pero a costa de la vida de Razia. El Príncipe lanza la espada en la que residía Razia desde lo alto de una torre en Babilonia, y ésta se disuelve en la arena del desierto.