StarCraft II: Heart of the Swarm

Tras los acontecimientos de Wings of Liberty, las fuerzas del Dominio Terran atacan a Sarah Kerrigan y a sus aliados en una instalación de investigación en el territorio del Protectorado Umojan. Kerrigan y otros residentes escapan a la nave insignia de los Raiders de Raynor, el Hyperion, pero el comandante Jim Raynor es aislado por el Dominio. El Hyperion escapa, pero Kerrigan se queda atrás para localizar a Raynor, sólo para escuchar un noticiero del Dominio anunciando que ha sido capturado y ejecutado. Enfurecida, Kerrigan regresa a territorio zerg para retomar el control del enjambre y derrocar al tiránico Dominio.

En el planeta volcánico Char, Kerrigan somete a una prole renegada antes de atacar a las fuerzas ocupantes del Dominio. Kerrigan, furiosa, destruye una fortaleza del Dominio y mata a su comandante, el general Horace Warfield. Tras cambiar de opinión, permite la evacuación de los heridos y desarmados. En el planeta helado Kaldir, aniquila a las fuerzas protoss locales, recuperando a la prole local y haciendo evolucionar al enjambre para que sobreviva en el duro clima.

Zeratul visita a Kerrigan y le aconseja que recupere sus poderes viajando a Zerus, el mundo original de los zerg. En Zerus, Kerrigan se entera de que un Xel'Naga caído llamado Amon fue el responsable de convertir a los zerg en lo que son: Un enjambre beligerante, ligado a una única voluntad imperante. Algunos zerg primigenios, sin embargo, eludieron y permanecieron como criaturas independientes en constante evolución. Uno de estos zerg llamado Zurvan, conocido como el "Antiguo", permanece dormido en hibernación y debe ser despertado por Kerrigan para que conozca los orígenes de los zerg. Al despertar, Zurvan aconseja a Kerrigan que busque una piscina de desove primordial para recuperar sus antiguos poderes. Kerrigan entra en la antigua piscina de desove y se transforma en una Reina de Espadas primigenia. Mata y absorbe las esencias genéticas de cuatro poderosos líderes primigenios hostiles y de Zurvan, que intenta recoger su esencia para sí mismo. Un líder primigenio llamado Dehaka y su manada se unen a ella, a condición de que les dé esencia para recolectar.

Kerrigan es contactada por un Alexei Stukov infestado de Zerg, un antiguo vicealmirante del Directorio de la Tierra Unida que aparentemente fue asesinado por Duran en Braxis. Con la ayuda de Stukov, Kerrigan asalta una estación de investigación en la que Emil Narud, un siervo de Amon, está criando híbridos protoss-zerg. Tras eliminar a las fuerzas de seguridad de las instalaciones del Dominio y a los Tal'Darim leales a Narud, Kerrigan se enfrenta a Narud en un enfrentamiento de poder. Transformándose primero en Raynor y luego en la forma humana de Kerrigan, Narud empala a Kerrigan antes de ser herido de muerte. Al revelar que Amon ha revivido, perece.

Mientras tanto, el emperador Arcturus Mengsk se pone en contacto con Kerrigan y afirma que Raynor se mantiene vivo y encarcelado, como moneda de cambio contra el ataque de Kerrigan al mundo del trono del Dominio, Korhal IV. Kerrigan transmite la noticia al Hyperion. Planean hackear la red del Dominio para localizar a Raynor, pero el único con esa experiencia es el coronel Orlan, cautivo de Mira Han, una mercenaria que se niega a liberarlo. Así, el Hyperion ataca las operaciones mineras de Mira, obligándola a cumplir. Orlan localiza a Raynor en una nave prisión que cambia constantemente de ubicación. Kerrigan asalta la nave y rescata a Raynor, que se revuelve ante la reversión de la forma de Kerrigan. Aunque no se atreve a disparar a Kerrigan, le dice que han terminado a pesar de que ella le confiesa que le ama.

Tras haber unido a todos los zerg bajo el enjambre, Kerrigan lanza una invasión de Korhal, concentrándose en la capital, Augustgrad. Con la ayuda de Dehaka y su manada, destruye el Destructor Psíquico de Mengsk, un artefacto que daña al enjambre desde lejos pero que es ineficaz con los zerg primigenios. Mientras Kerrigan envía el enjambre a asaltar el palacio de Mengsk, el príncipe heredero Valerian la insta a ralentizar su invasión para minimizar las pérdidas civiles; ella acepta, comprendiendo que Valerian no es como su padre. A mitad de la batalla final, Raynor llega para ayudar a Kerrigan, para sorpresa de ésta. Juntos consiguen entrar en el palacio imperial. En el enfrentamiento que sigue, Mengsk revela que tiene el artefacto Xel'Naga en su poder, con la intención de utilizarlo para matar a Kerrigan. Antes de que Mengsk pueda hacerlo, Raynor interfiere, permitiendo a Kerrigan empalar a Mengsk. Kerrigan mata a Mengsk inyectándole energía psiónica que le hace explotar.

Cuando el polvo se asienta, Kerrigan agradece a Raynor antes de unirse a su enjambre. Con su búsqueda de venganza completada, renuncia a todo lo que una vez fue o tuvo y se prepara para enfrentarse a Amon, el enemigo de todos los seres vivos, en un conflicto que no sólo decidirá el destino del Sector Koprulu, sino de toda la Galaxia.