Overlord - Guías

Lanzado el 31/12/1992

Resumen:

Overlord es un juego de guerra estratégica en tiempo real en el que el jugador debe gestionar grandes ejércitos permanentes, capital económico y estabilidad política a lo largo de una serie de sistemas estelares extradimensionales.

Como gobernante dictatorial de la Galaxia Epsilon, el jugador ha obtenido una autoridad completa e indiscutible. Sin embargo, durante un experimento científico sobre la tecnología de hipervelocidad, los científicos de Epsilon descubrieron cuatro dimensiones "amortiguadoras", cada una de las cuales contiene un número de planetas estériles que existen entre la Galaxia Epsilon y otra dimensión alienígena. Por desgracia, los imperios más poderosos de estas dimensiones alternativas también acaban de descubrir estas zonas a través de sus propios experimentos. El jugador debe luchar contra estas especies alienígenas por el control de estos mundos intermedios, para garantizar que su dominio en la Galaxia Epsilon permanezca intacto.

Para que los nuevos planetas sean útiles en la campaña del jugador, éste puede adquirir equipos de terraformación que los transformen en mundos tropicales de tipo gaiano, ideales para la agricultura, mundos ricos en minerales y fuertemente volcánicos, planetas desérticos capaces de producir grandes cantidades de energía, o planetas ecológicamente equilibrados que puedan albergar grandes ciudades capaces de generar fácilmente importantes ingresos a través de los impuestos. Además, el jugador puede extraer recursos y gravar a sus ciudadanos para recaudar dinero, construir naves espaciales para alimentar a la población, alistar soldados y equiparlos, comprar cruceros de batalla u otras naves para desplazarse de planeta en planeta, etc. El jugador puede librar batallas, colonizar planetas e incluso espiar a las razas alienígenas. El objetivo final es asegurarse de que las otras razas alienígenas no se impongan conquistando estas cuatro nuevas dimensiones antes de que el jugador pueda hacerlo.

El jugador no puede retirarse de la batalla, ya que la única forma de cerrar el enlace hiperespacial desde su universo a Epsilon sería vaporizando el mundo natal del jugador, que es donde se encuentra el generador hiperespacial. Políticamente (al menos), esto no es una opción.

Habrá que derramar sangre por la supremacía de los planetas hiperespaciales, y para que el jugador se convierta en Overlord de estas cuatro nuevas dimensiones más la suya propia.