Prince of Persia: The Sands of Time - Vídeo

El rey Sharaman de Persia y su hijo, conocido sólo como el Príncipe, atraviesan la India de camino a Azad y conquistan una ciudad con la ayuda del visir traidor del Maharajá local. Durante la batalla, el Príncipe busca ganar honor y gloria en su primera batalla y se dirige directamente a las bóvedas del tesoro del Maharajá, donde descubre las míticas Arenas del Tiempo contenidas de forma segura en su Reloj de Arena y la Daga del Tiempo, que rápidamente aprende que puede hacer retroceder el tiempo una pequeña cantidad. Cuando el príncipe presenta la daga a su padre, el visir traidor la exige como pago, pero el rey Sharaman se la niega. Los persas continúan entonces su viaje a Azad con la riqueza de los prisioneros tomados al Maharajá, entre ellos la hermosa hija del Maharajá, la princesa Farah.

En Azad, el Visir, ahora al servicio del Rey Sharaman, engaña al Príncipe para que utilice la Daga y libere las Arenas del Tiempo del Reloj de Arena. Una horrible tormenta de arena envuelve el reino y las Arenas del Tiempo convierten a todos los ocupantes del palacio en monstruos. Sólo el Príncipe, Farah y el Visir permanecen inalterados gracias a sus posesiones: una daga, un medallón y un bastón, respectivamente. En medio de la catástrofe, el visir exige la daga al príncipe, que se niega y consigue escapar.

El Príncipe pronto se une a Farah en un intento de devolver las Arenas del Tiempo al Reloj de Arena, que el Visir traslada a lo alto de la Torre del Amanecer. A medida que avanzan por el palacio, la pareja se ve constantemente asaltada por los Monstruos de Arena (incluido un Rey Sharaman poseído por la arena) y por la mortífera red de trampas puestas en marcha con la esperanza de matar a las criaturas. El Príncipe se va desgastando cada vez más hasta que su armadura principesca se convierte en meros jirones y su cuerpo está cubierto de heridas sangrientas.

Aunque al principio el Príncipe no confía en Farah por el maltrato que le dan los persas, los dos empiezan a acercarse a medida que pasa el tiempo Después de una terrible batalla en la subida de la Torre del Amanecer, llegan al Reloj de Arena y están a punto de completar su misión cuando el Príncipe vacila, sospechando repentinamente de cuáles son realmente los motivos de Farah. Antes de que Farah pueda convencer al Príncipe de lo contrario, el Visir se enfrenta a la pareja y utiliza sus poderes mágicos para atrapar a Farah y al Príncipe en una tumba.

Mientras esperan a morir en la tumba, Farah le cuenta al Príncipe, que también revela su claustrofobia, una historia que nunca antes había contado a nadie, sobre una época en la que era pequeña, cuando su madre le habló de una palabra mágica secreta que le ayudaría a escapar de cualquier cosa que la asustara: "Kakolookia".

En cuanto repite la palabra, como por arte de magia, el Príncipe se encuentra en un misterioso túnel que desciende hasta una casa de baños de ensueño que se parece a las fuentes mágicas que el Príncipe utilizaba antes para aumentar su salud. Allí se encuentra con Farah, que le invita a unirse a su baño; mientras se bañan, el Príncipe y Farah finalmente hacen el amor y se reconfortan mutuamente en medio de su peligrosa situación. Cuando el Príncipe despierta después, se encuentra de nuevo en la tumba y descubre que la caverna mágica era sólo un sueño, pero creía que Farah lo había compartido también. Sin embargo, Farah, la Daga y su espada han desaparecido, dejándole sólo el medallón de Farah para protegerse de las Arenas del Tiempo.

El Príncipe, habiendo encontrado una nueva espada que destruye a los monstruos de la arena al contacto, persigue y alcanza a Farah una vez más en lo alto de la Torre del Amanecer, que debe escalar desde el exterior. Cuando el Príncipe finalmente llega a la cima, encuentra a Farah siendo abrumada por los monstruos de arena y ella cuelga sobre un acantilado por la Daga, mientras el Príncipe agarra la hoja; y Farah, dándose cuenta de que el Príncipe morirá para salvarla, en lugar de eso se sacrifica y suelta la Daga; y fiel a la profecía del juego "si quieres vivir, muere de amor" cae a su muerte en la sala del Reloj de Arena que está abajo. El Príncipe intenta entonces usar la daga para salvarla, pero encuentra los depósitos de arena vacíos ya que Farah los había usado todos. Enfurecido por la muerte de su amante, el Príncipe utiliza la Daga para masacrar al último de los monstruos de arena de la torre y desciende a llorar sobre el cuerpo de Farah. Mientras el Príncipe llora, el Visir emerge de las sombras y le ofrece colaborar en su malvado plan, prometiéndole la vida eterna; sin embargo, el Príncipe se niega airadamente porque sus seres queridos han muerto, y antes de que el Visir pueda detenerlo, el Príncipe clava la Daga del Tiempo en el Reloj de Arena, rebobinando el tiempo hasta la noche anterior a la invasión del reino del Maharajá. El Príncipe despierta, todavía con la Daga del Tiempo, y se dirige en secreto a la habitación de Farah, donde le cuenta toda la historia, que ella no recuerda porque aún no había sucedido. Sin embargo, el Visir descubre al Príncipe, y temiendo que su planeada traición ya haya sido revelada, intenta matar tanto a Farah como al Príncipe, diciéndole que sufría de tisis y que moriría en cualquier caso y que su plan era curar su inminente muerte con la vida eterna. En la batalla subsiguiente el Príncipe mata al Visir. Luego devuelve la Daga del Tiempo a Farah, quien le pregunta por qué el Príncipe inventó una historia tan increíble para demostrar la traición del Visir. El Príncipe entonces besa a Farah, esperando que ella lo recuerde; pero ella rechaza su avance, por lo que el Príncipe utiliza la daga para borrar el beso, y en su lugar le dice falsamente que sólo era una historia. Pero cuando Farah le pregunta al Príncipe su nombre, éste responde: "Llámame Kakolookia", antes de marcharse, dejando a Farah sorprendida.