Space Hulk: Vengeance of the Blood Angels - Guías

Es el 41º Milenio. Durante 20.000 años, la humanidad se ha expandido por toda la galaxia con la ayuda de un fenomenal invento conocido como el motor Warp, que permite atravesar enormes distancias espaciales en cuestión de horas. Bajo los auspicios del Emperador, un psíquico tan poderoso que es esencialmente inmortal, se ha establecido un Imperio pangaláctico en el que la humanidad se ha extendido y prosperado. Los defensores del Imperio son los Adeptus Astartes, o Marines Espaciales, guerreros biogenéticamente diseñados con una destreza sobrehumana, siempre vigilantes para destruir las muchas amenazas que enfrenta la humanidad a través del cosmos.
El jugador es uno de esos Marines Espaciales, perteneciente a uno de los más antiguos y honorables Capítulos conocidos como los Ángeles de Sangre, cuyos honores de batalla se remontan a tanto tiempo como ha existido el Imperio. Te has desenvuelto bien incluso entre una compañía tan heroica, y es así como el jugador se encuentra asignado a la compañía Terminator. Entre los mil guerreros que componen un Capítulo de Marines Espaciales, sólo los cien hermanos más valientes y dotados son considerados suficientemente dignos de este honor. Los Terminators son los guerreros por excelencia del Capítulo. Protegidos por este traje que los hace casi impermeables al armamento convencional, y armados con el armamento más devastador disponible, los Terminators no temen a ningún enemigo, por potente que sea.
Entre los enemigos más insidiosos de la humanidad se encuentran los Genestealers, una extraña y aterradora raza alienígena, de aspecto reptiliano, que son enormes bestias acorazadas de seis extremidades, sobrenaturalmente rápidas e increíblemente feroces en combate. Un genestealer no conoce el miedo, y se lanza al combate sin tener en cuenta cualquier amenaza para su vida. Increíblemente difíciles de matar y demasiado capaces de infligir la muerte por sí mismos, no es de extrañar que los Genestealers sean considerados una de las principales amenazas para la supervivencia de la humanidad. Sin embargo, hay otro elemento más aterrador en su naturaleza: Los Genestealers son incapaces de reproducirse entre ellos, y deben depender de otras razas para ampliar su población.
El método que emplean para este fin es aterrador: cuando encuentran un huésped adecuado, como un ser humano, un Genestealer fija sus penetrantes ojos en él, hipnotizándolo como lo hace una serpiente terrestre con su presa. Mientras el huésped está hipnotizado, el Genestealer extenderá su lengua, que contiene un tubo hueco y puntiagudo conocido como ovipositor en una horripilante parodia de un beso, depositando una pequeña célula en forma de huevo que contiene el perfil genético del Genestealer. Esta célula se comporta como un cáncer, recorriendo malignamente el sistema del huésped y alterando su perfil genético. La víctima apenas muestra signos externos de la infección; de hecho, adquiere parte de la notable fuerza, resistencia y longevidad del "Robador", y se vuelve más saludable que antes. El efecto sólo es realmente evidente cuando la víctima llega a reproducirse.
Una vez que se aparean, la descendencia de cualquier víctima nace como un Híbrido, una criatura corrupta que exhibe características tanto del Genestealer como de la especie anfitriona. El propio híbrido está equipado con un ovipositor, que utiliza de forma similar a su progenitor de la cepa pura. Este ciclo continúa, y cada nueva generación de híbridos se asemeja más a la especie anfitriona. En la cuarta generación, la descendencia es apenas detectable como alienígena, salvo por algunos signos que la delatan, como unos dientes anormalmente afilados y un tinte púrpura en la piel. La descendencia de esta cuarta generación se procrea de forma convencional, y puede dar lugar a un Híbrido, un miembro normal de la especie anfitriona o un Genestealer de cepa pura, la única forma en que se pueden producir las cepas puras. Todas las generaciones están vinculadas en una comunidad psíquica, por lo que los Purestrains, los Híbridos y los anfitriones se conciben a sí mismos como constituyentes de la misma cría.
La forma en que los Genestealers llevan a cabo su proceso reproductivo es de un peligro excepcional para el Imperio, ya que planetas enteros pueden caer ante la amenaza Genestealer; los humanos afectados no tienen un aspecto ni un comportamiento diferente al normal, y los anfitriones son extremadamente reservados sobre la insidiosa maldición que portan. De hecho, la primera vez que una agencia externa se entera de la presencia de los Genestealers es cuando un planeta entero ha sido afectado por la maldición, lo que requiere una limpieza y repoblación total. Por ello, las autoridades imperiales están muy interesadas en acabar con la amenaza Genestealer en su origen, antes de que tenga la oportunidad de afectar a cualquier planeta cercano.
La principal forma en que los Genestealer entraron en contacto con la humanidad es a través del uso de los Hulks Espaciales. Se trata de naves espaciales de origen humano que se han perdido en el espacio warp, ya sea por un mal funcionamiento del motor warp de la nave, o simplemente como consecuencia de viajar en un medio tan incierto como el espacio warp. Una vez que los ocupantes humanos han muerto, los Genestealers y su cría híbrida se instalan en la nave, hibernando hasta que el Hulk espacial a la deriva entra en contacto con una especie más madura para la infiltración y la dominación.
Así, cada vez que se detecta un Hulk Espacial en las proximidades de un planeta humano, los incondicionales guerreros de los Marines Espaciales se desprenden para librar al Hulk de su carga Genestealer, evitando cualquier posibilidad de que otro planeta sea víctima de la maldición Genestealer. Tal es la destreza en el combate de los Genestealer que sólo los escuadrones Terminator han tenido algún éxito. Ese es el estatus del jugador y esa es su misión: librar a la galaxia de la amenaza Genestealer de una vez por todas.