The Legend of Zelda: The Minish Cap - Noticias

Un año, para celebrar la última vez que los Picori llegaron a Hyrule hace 100 años, el festival fue inusualmente grande. En el castillo de Hyrule se celebraba un torneo de lucha con espada que recordaba a los héroes de la leyenda. El campeón de ese año era un misterioso hombre llamado Vaati. Ganó el torneo con una facilidad casi mágica, y todo Hyrule se llenó de rumores sobre esta oscura figura. El joven Link, que asiste al festival de ese año con su amiga de la infancia, la princesa Zelda, recibe el encargo de su abuelo, Smith, de entregar la espada que se entregará al campeón.

Durante la ceremonia que sigue a la competición de espadas, Vaati hace añicos la Hoja Picori sagrada y abre el Cofre de la Hermandad, que, durante una época, había estado sellado por la Hoja Picori, atrapando a monstruos malignos en su interior. Vaati va en busca de la Fuerza de la Luz, la luz dorada que una vez empuñó el Héroe de los Hombres mencionado en las leyendas de los Picori. Somete a los guardias del castillo y convierte a la princesa Zelda en piedra antes de marcharse. Vaati fue una vez un minish, un aprendiz del sabio minish Ezlo. Ezlo había fabricado un gorro mágico con el poder de conceder deseos, pero Vaati lo había robado y lo había utilizado para convertirse en un poderoso hechicero. Él mismo había transformado a Ezlo en un gorro, y luego procedió a dar caza a la Fuerza de la Luz. El Rey Daltus pide a Link que busque a los Picori y les pida que vuelvan a forjar la hoja sagrada, y viaja al Bosque Minish con la ayuda de su Mapa.

Allí conoce a Ezlo, una curiosa criatura a la que rescata de un grupo de Octoroks rojos. Ezlo salta sobre su cabeza y se ofrece a ayudarle a encontrar el Picori. También ayuda a Link a reducirse a un tamaño minúsculo, el de los Picori, que se llaman a sí mismos los Minish. Link se reúne con Gentari, el anciano de la aldea minish, que le dice que, para volver a forjar la hoja sagrada de los picori, necesitará los Cuatro Elementos, la encarnación de los poderes sagrados de la tierra, el fuego, el agua y el viento. Vaati había aprendido de la leyenda de la Tribu del Viento que cuando los Cuatro Elementos fueran recogidos, se abriría el camino hacia la Fuerza de la Luz. Sabiendo que Link los está recogiendo, Vaati decide esperar hasta que la tarea esté completa.

Una vez que Link ha reunido los Cuatro Elementos, lleva la Hoja Picori -rebautizada como Espada Blanca por Melari, un herrero de espadas minúsculo- al Santuario Elemental escondido en el patio del Castillo de Hyrule. Allí infunde la Espada Blanca con los Cuatro Elementos, restaurando por completo la sagrada Espada de los Cuatro, una hoja legendaria con el poder de dividir a un guerrero en cuatro. Link accede entonces a una cámara con vidrieras, donde se revela que la ubicación de la Fuerza de la Luz se encuentra dentro de la princesa Zelda.

Mientras tanto, Vaati ha lavado el cerebro al rey Daltus y ha envuelto el castillo de Hyrule en la oscuridad. Descubre en el vitral de la cámara del Santuario Elemental que la sagrada Fuerza de la Luz ha sido transmitida a través de las princesas de Hyrule, por lo que se prepara para extraerla de la princesa Zelda. Link se apresura a rescatarla y, tras derrotar a Vaati, utiliza el poder de la Espada de los Cuatro, que elimina el mal, para restaurar a la princesa Zelda.

Una vez derrotado Vaati, el gorro de mago puede utilizarse para restaurar Hyrule. La princesa Zelda se pone el gorro y desea con todo su corazón que la crueldad de Vaati se acabe. Con su justo deseo y el poder de la Fuerza de la Luz que aún habitaba en ella, se producen muchos milagros como resultado.

Ahora que la tierra de los humanos ha sido salvada, Ezlo se aventura de nuevo en el mundo de los Minish a través de la Puerta de los Minish, para no volver hasta quizás la próxima vez, cien años después, cuando la puerta a su mundo se abra de nuevo.